José Antonio Lekue Jauregi
- Ex-baserritarra y pensionista -
El 9 de febrero se celebró una manifestación convocada por EHNE-Bizkaia y ENBA-Bizkaia en Bilbao entre baserritarras de Bizkaia y ciudadanos que se acercaron en solidaridad. Un centenar de tractores procedentes de varias regiones se reunieron en la zona de San Mamés para después llegar al Arenal por la Gran Via.
La marcha de los tractores fue espectacular, cada uno llevaba sus lemas en los carteles, en su mayoría a favor del modelo de pequeño caserío, lo que ha ayudado a que desde hace tiempo se incorporara al circuito de debate el modelo agrario y alimentario. Un modelo de agricultura sostenible, en el que los agricultores puedan llevar una vida digna, políticas públicas a favor de los pequeños agricultores, fomento del relevo, una distribución más justa de los dineros procedentes de Europa (PAC), etc.
Hoy en día, el modelo de agricultura que se promueve a través de las políticas públicas tiene un impacto directo en uno de los problemas más graves a nivel mundial: el cambio climático. Hemos dicho varias veces que los alimentos recorren una media de más de 2.000 kilómetros desde donde se producen hasta el plato, lo que influye directamente en este problema. Y pese a todo, no ha habido mucha preocupación en los políticos europeos ni en la sociedad. Pero para calmar la crisis que puede suponer el cambio climático, cuando los agricultores que han participado en las movilizaciones a nivel europeo han exigido las mismas condiciones para los productos procedentes del exterior, entonces sí que nos hemos preocupado.
El problema es que hace tiempo que las sociedades europea (incluidas las vascas) y los sindicatos y partidos de izquierda no han hecho un debate ni una reflexión profunda sobre la alimentación
Sin embargo, preocupa que algunos agricultores europeos se muestren contrarios a las medidas a favor del clima en la UE. El problema es que hace tiempo que las sociedades europea (incluidas las vascas) y los sindicatos y partidos de izquierda no han hecho un debate ni una reflexión profunda sobre la alimentación. Y lo que es un problema grave es que cada vez hay menos agricultores, que en lugar de comer alimentos estamos comiendo productos, que el mundo está inmerso en una crisis ecológica, y que la mayoría de las políticas públicas van en la misma dirección que la origina.
No estoy a favor del uso de fitosanitarios químicos y herbicidas, ni de hormonas y antibióticos, estoy en contra de la agroindustria, y por eso creo que tenemos que fomentar la agricultura ecológica
Por eso, pese a los equívocos, dudas y opiniones encontradas que ha habido en la calle, fui a Bilbao convocado por EHNE y ENBA para denunciar esta situación.
No estoy a favor del uso de fitosanitarios químicos y herbicidas, ni de hormonas y antibióticos, estoy en contra de la agroindustria, y por eso creo que tenemos que fomentar la agricultura ecológica. Como se ha mencionado anteriormente, comparto lo exigido en el acto de la manifestación.
Y en este trabajo no podemos dejar solos a los baserritarras. Como otros ámbitos, como el feminismo, el euskera, el movimiento de pensionistas... tenemos que buscar puntos de encuentro y alianzas.
Tenemos que buscar puntos de encuentro y alianzas. Y quizá los propios agricultores tengamos que cambiar algunas cosas. Si queremos un sector nuevo y potente, quizá habría que cambiarlo también desde dentro.
Hay que tener claro que si queremos conseguir todo esto hay que ofrecer a los agricultores unas condiciones de vida adecuadas, salarios, pensiones, condiciones de trabajo...
Y quizá los propios agricultores tengan que cambiar algunas cosas. Si queremos un sector nuevo y potente, quizá habría que cambiarlo también desde dentro.
Todo ello requiere políticas públicas limpias y concretas que se impulsen en colaboración con los agricultores y agentes sociales.
Para salir de esta política agraria oscura de las últimas décadas será imprescindible la transparencia, habrá que recuperar la confianza, para ello habrá que actualizar los datos estadísticos, sacar conclusiones, publicarlos y después tomar medidas políticas.