UAGA protestará ante la empresa fotovoltaica Solaria por sus «presiones» a los agricultores para que vendan sus tierras
Las presiones ejercidas por la empresa fotovoltaica a baserritarras alaveses pone sobre el tapete el modelo energético que queremos poner en práctica y, ligado a éste, el modelo de producción de alimentos y del propio sistema alimentario. Junto a la información sobre los hechos denunciados por UAGA y los resultados de la empresa energética, publicamos aquí un editorial cercano en el tiempo de la revista Etxalde en el que se analizan los sistemas alimentarios y energéticos en el proceso de transición hacia un modelo sostenible.
Prentedemos así iniciar un debate tan necesario como urgente, debate que en esta web seguiremos favoreciendo con nuevas reflexiones y aportaciones.
El jueves 14 de diciembre, UAGA va a realizar una concentración frente a las instalaciones de la empresa Solaria, en en Centro Tecnológico de Miñano, para responder a las presiones que está recibiendo tanto el sector como propietarios de tierra para vender o alquilar sus fincas para la instalación de placas solares.
Como ya informó la organización agraria el mes pasado, ha recibido denuncias por parte de personas agricultoras sobre el continuo acoso al que se están viendo sometidas por parte de representantes de las empresas fotovoltaicas, con el fin de coaccionarlas para vender o alquilar fincas para sus proyectos, argumentando incluso con mentiras.
Con esta concentración, que ya ha recibido el apoyo de otras organizaciones, como Araba Bizirik, UAGA quiere hacer frente a estas macroempresas, que no dudan en utilizar todas sus armas para conseguir sus propósitos.
La concentración se realizará el jueves 14 de diciembre, a las 12:30h. en la sede de Solaria en el Parque Tecnológico de Miñano. "Con nuestra unión, haremos fuerza para demostrarles que el suelo agrícola es nuestro patrimonio y nuestro modo de vida".
Precisamente, el diario berria ha publicado un reportaje en el que ha hablado con algunos de los agricultores afectados. Lo reproducimos a continuación.
«Planto esta tierra desde los 16 años y, cuando yo muera, esta tierra seguirá siendo tierra». El agricultor Alfredo Ortiz de Zárate se muestra contundente cuando se refiere a las placas fotovoltaicas que pretenden implantar en sus tierras de cultivo. Está indignado porque la empresa energética Solaria está "coaccionando" a los agricultores alaveses para que vendan sus tierras a cambio de dinero.
De hecho, desde que la multinacional energética obtuvo la autorización para instalar dos macrocentrales fotovoltaicas en 1.100 hectáreas del municipio alavés de Arrazua-Ubarrundia, está intentando comprar tierras de cultivo a agricultores de Dura, Zurbao, Arroiabe, Uribarri Gamboa, Arzubiaga y Uribarri Arratzu para instalar allí paneles solares. La Asociación de Productores Agrarios de Álava (UAGA) ha denunciado que para ello está utilizando "cantidades gigantescas" y "chantajes".
Vitoria Solar-1 y Vitoria Solar-2 son las dos macrocentrales fotovoltaicas que la empresa Solaria pretende construir en el municipio de Arrazua-Ubarrundia. UAGA se ha opuesto a estos proyectos, así como a las asambleas administrativas de las localidades afectadas. Denuncian la "amenaza de colonización" que supone "ocupar" terrenos fértiles de la población para instalar macrocentrales. Es más, señalan que están "amenazando" a los agricultores para que vendan tierras de cultivo.
"Ingentes" cantidades de dinero
"Se han presentado cuatro veces en mi casa para pedirme que venda las tierras". Ortiz de Zárate, residente en Martioda, ha denunciado la "presión constante" ejercida por la empresa Solaria. Con tierras de cultivo heredadas de su padre, Ortiz de Zárate vive de la agricultura desde hace más de cuatro décadas. Tiene 23 hectáreas de cultivo en la misma localidad de Martioda y otras 40 en localidades cercanas. Cultiva patata, remolacha y maíz, entre otros productos.
Según ha relatado, en más de una ocasión se han presentado "dos hombres" en su domicilio, en nombre de la empresa Solaria, ofreciéndole cantidades "ingentes" por vender o alquilar terrenos. A cambio de poner los terrenos en alquiler le han ofrecido 1.500 euros al año por hectárea durante 40 años; y le han dicho que si los vende pagarán 25.000 euros por hectárea. "Les he dicho una y otra vez que no estoy interesado, pero han vuelto otra vez. Les pedí que no volvieran, pero fue inútil". Ha acudido a la Ertzaintza para interponer una denuncia, pero allí le han dicho que al no recibir amenazas no pueden hacer nada. El agricultor arremete duramente contra la empresa energética: «Son una mafia, una mafia con traje y corbata».
«Son una mafia, una mafia con traje y corbata»
Además, muestra su preocupación porque la empresa dispone de "información muy detallada" sobre sus propiedades y su vida personal. "Saben cuántas hectáreas tengo, de qué tamaño son, dónde están...". Considera que los datos de los terrenos que tiene en propiedad son "confidenciales" y que sólo deberían estar en manos de la Diputación alavesa, por lo que no entiende cómo los ha adquirido Solaria. Le preocupa aún más tener datos de su vida personal: "Me dicen que como soltera y no tengo hijos, todo el dinero que adquiera irá a parar a mi bolsillo. ¡Sinvergüenzas! ".
El de Ortiz de Zárate no es un caso aislado. Otro agricultor de UAGA informa a BERRIA — que no ha querido inscribirse — que muchos agricultores son objeto de un "acoso constante" por parte de la empresa. Según cuenta, les llaman por teléfono y aparecen en casa o en el lugar de trabajo: "Tienen todos nuestros datos: saben la cantidad de terreno que tenemos y tratan de chantajearles con mentiras diciendo que las juntas administrativas han firmado a favor de vender tierras y que nosotros también deberíamos hacerlo".
El agricultor de UAGA también ha sufrido "presiones". Cuenta que le han llamado varias veces al teléfono móvil y que se han presentado en casa para pedirle que estudie la oferta económica. "No quiero nada que me ofrezcan. Mi abuelo era agricultor, mi padre era agricultor, yo quiero seguir cultivando mis tierras, y me gustaría que mis hijos siguieran en esta profesión. Que nos dejen en paz de una vez".
Agricultores "angustiados"
«Los agricultores están hartos y preocupados», confirma el miembro de la UAGA. De hecho, considera que el futuro de los pequeños pueblos rurales y de sus agricultores está "en peligro", ya que la empresa que quiere construir las centrales dispone de "instrumentos ilimitados" que utiliza a su antojo para conseguir su objetivo. Hay que tener en cuenta, además, que más de la mitad de los agricultores han tomado sus tierras en alquiler, y que para muchos propietarios es "muy atractiva" la fortuna ofrecida por la empresa. Muchos agricultores están "agobiados", sin saber qué hacer.
"Ofrecen más dinero del que da este oficio y muchos están cediendo"
Para hacer centrales fotovoltaicas, Solaria necesita amplias extensiones de terreno, para lo que necesita comprar muchas pequeñas plantaciones de terreno campesino. Varios agricultores están dispuestos a vender sus tierras y otros aceptarán abandonarlas obligados por la situación, en opinión del agricultor de UAGA. "Están ofreciendo mucho más dinero del que da este oficio y, por supuesto, muchos van a tirar la toalla".
Los agricultores tienen claro que no se van a quedar "quietos a la vista de estas amenazas". Ya han comenzado a recoger firmas y han adelantado que en los próximos meses harán "alegaciones más técnicas para recabar el apoyo de entidades más grandes". Ortiz de Zárate denuncia la "colonización" que está sufriendo el territorio y especialmente el medio rural y el medio natural: "Estas tierras fértiles se convertirán en parajes llenos de espejuelos". Estas instalaciones tendrán un impacto irreversible en el medio rural, a juicio del agricultor de UAGA, quien ha denunciado la "desidia" de las instituciones: "Si siguen así, destruirán Álava".
Editorial Etxalde 73
Los sistemas alimentarios y energéticos, claves para una transición hacia la sostenibilidad
La crisis climática es la manifestación de una crisis sistémica global en la que los procesos de transición hacia la sostenibilidad representan el mayor reto al que nos enfrentamos como sociedad. La producción y los sistemas alimentarios junto con la sustitución de un modelo energético basado en combustibles fósiles por un modelo energético basado en las renovables, van a ser determinantes para caminar hacia la sostenibilidad.
El capital ya ha presentado sus alternativas para enfrentar este reto; podemos visualizarlas en su apuesta por la producción de alimentos sintéticos, y en el anuncio de EEUU de la fusión nuclear como fuente de energía limpia, barata y hasta ilimitada. Puede que suene a ciencia ficción, pero es real y debemos enfrentar esta realidad. El primer laboratorio de producción industrial a gran escala de carne sintética de la Unión Europea lo han proyectado en Donostia. A principios de noviembre, el Ayuntamiento concedió a la empresa BioTech Foods el permiso pertinente para la construcción de dicha fábrica-laboratorio (aunque la UE todavía no haya validado dicha actividad), con el consiguiente anuncio del apoyo financiero por parte de las instituciones vascas. Cabe destacar que detrás de BioTech Foods encontramos a la multinacional brasileña JBS, actualmente la mayor productora de proteínas cárnicas del mundo, y puede que en nuestra memoria reaparezca el evento Food 4 Future del BEC organizado por el Gobierno Vasco en mayo de este año.
La deriva de la intensificación en la producción alimentaria ya cuenta con una alternativa “limpia” y “antiespecista” promovida por los mismos que la desarrollaron. No sólo nos enfrentamos al mantenimiento de un desarrollo insostenible sino que en este caso está en juego el modelo de sociedad en su conjunto. La agroecología en la producción y la relocalización de los sistemas alimentarios es más necesaria que nunca, y la activación social es la única garantía para caminar en esa dirección.
El anuncio de la fusión nuclear lo podemos enmarcar en la misma dirección: energía limpia. No hay recetas mágicas y, si tenemos en cuenta que la dependencia energética de Euskal Herria es del 85%, debemos ponernos las pilas. La actividad agraria es compatible con la producción de energías renovables, y ésta a su vez más necesaria que nunca para dotar de mayores niveles de autonomía a nuestra actividad. La activación del desarrollo de comunidades energéticas en lo local multiplica la incidencia positiva, puesto que lo colectivo es más eficiente que lo individual. El desarrollo de estas comunidades debe contar con un importante apoyo público y debemos incorporar con mayor claridad esta demanda. Pero el reto energético en claves de sostenibilidad y soberanía requiere, además de una reducción de consumo, mayores niveles de producción de renovables. Y en ese contexto debemos participar en el debate del cómo, dónde, cuánto,... y los impactos en el territorio.
La presión de las fotovoltaicas en las tierras agrarias con mejor accesibilidad es una realidad que se nos presenta como alternativa a la propia producción agraria. Limitar mayores niveles de artificialización de tierra agraria sin hacer uso de espacios artificializados o degradados debe ser un criterio importante, desde nuestra perspectiva. El impacto de las eólicas también requiere de debates serenos y abiertos, sin trincheras previas al propio debate (también desde la parte agraria). Y debemos incluir en ese debate el papel de la sociedad como consumidora de energía y alimentos: dónde debe revertir el beneficio, nuevos modelos de gobernanza,... Son elementos transversales que deben acercarnos a otro modelo de sociedad, más social, colectiva, responsable... El nivel del reto al que nos enfrentamos hace que la opción de no hacer nada sea absolutamente inviable.
Solaria eleva su beneficio neto un 24% hasta los 86,4 millones de euros
Solaria ha publicado en su sitio web los resultados obtenidos en los primeros nueve meses de 2023:
Durante este periodo, Solaria ha mantenido un crecimiento exponencial de todas las partidas de su cuenta de resultados: los ingresos aumentaron un 43% hasta los 172,4 millones, el EBITDA se incrementó un 41% hasta alcanzar los 153,6 millones y el beneficio neto creció un 24% hasta los 86,4 millones de euros.
Estos resultados se deben a la consecución de los objetivos estratégicos de la compañía, así como al incremento de la producción de energía de las nuevas plantas. Esta producción de energía ha aumentado de los 1.143 GWh, durante los primeros nueve meses de 2022, a los 1.845 GWh a 30 de septiembre de 2023, lo que corresponde a un 61% más. Por otro lado, la compañía ha invertido 261 millones de euros durante este periodo".
Mejora del entorno de precios
Cabe destacar la buena evolución de los precios de los PPAs en España que han subido un 50% en los últimos dos años. En este contexto, Solaria ha firmado un PPA de 100 MW en septiembre y seguirá cerrando nuevos acuerdos en los próximos trimestres.
De manera adicional, la caída de los costes de construcción de las plantas solares fotovoltaicas asociada principalmente a la fuerte caída de los módulos fotovoltaicos y de la logística, mejoran la competitividad de la compañía.
Estos factores fortalecen la posición estratégica a corto, medio y largo plazo de Solaria. De hecho, la compañía reitera su previsión de EBITDA de 200 millones de euros para finales de 2023.
Según el presidente de Solaria, D. Enrique Díaz-Tejeiro: “Seguimos cumpliendo nuestros objetivos estratégicos; invirtiendo y apostando por una sociedad descarbonizada. La buena evolución de los precios PPA combinada con la fuerte caída de los costes de construcción, nos van a permitir consolidar una buena rentabilidad a largo plazo”.