Gorka Menendez: «Análisis del agricultor de una pequeña explotación sobre la protesta de los tractores»

Gorka Menéndez es baserritarra y profesor de Botánica en la UPV. En las redes sociales ha difundido este hilo de mensajes que sitúa la protesta de los cultivadores con los tractores.

Baserri mendia traktore 01

[Argia]

El sector primario está muy alterado y los tractores ya han empezado a tomar carreteras.

Siendo yo mismo agricultor de una pequeña explotación me parece interesante hacer algunas reflexiones sobre este periodo de protesta.

Ante las movilizaciones que se han ido extendiendo desde Europa en las últimas semanas, ayer vimos el primer movimiento oficial de la Unión Europea. Revocar la ley que tenía como objetivo reducir el uso de pesticidas y agroquímicos. ¡Vaya! ¿El clamor de los campesinos es poder seguir usando veneno en nuestros alimentos y tierras? Pues sí y no. Y he aquí lo primero a destacar: detrás de esta categoría de "campesinos" se esconde un tremendo cachondeo de agentes e individuos con intereses de clase y visiones políticas y sociales radicalmente opuestas. El grupo de "agricultores" con más repercusión y capacidad de movilización del Estado español ha hecho pública una lista reivindicativa de 12 puntos. Y entre ellos:

- Primero: reducir las exigencias agroambientales del nuevo PAC. (Monsanto friendly, el glisofato molatxen)

- Derogar la legislación medioambiental y de protección de especies. (?!)

- Referencia ambigua al aprovechamiento del agua (Doñana temblando)

- Clamor por la investigación de la Geoingeniería Climática que perjudica al sector (No Cambio Climático, no, magufismo sí, sí)

Desde nuestro caserío nos sumaremos a la movilización convocada el viernes en Bilbao por EHNE Bizkaia

Por tanto, ten mucho cuidado con las categorías general-abstractas como "agricultor" o "sector primario". Claro que entre todos ellos estamos los que defendemos un modelo agroecológico y transformador de agricultura. Desde nuestro caserío nos sumaremos a la movilización convocada el viernes en Bilbao por EHNE Bizkaia. Pero el cultivo de la tierra no nos iguala a los criptofascistas, fascistas enteros o señores agrícolas.

Además de todo esto, estos días se ha escuchado mucho que la gente está demasiado acostumbrada a comprar alimentos baratos y que tiene falta de voluntad para comprar productos "de calidad" y locales. ¡Amigos! ¡Que estamos en la sociedad capitalista!, el poder adquisitivo que tiene la mayoría de la sociedad (la clase obrera) no lo impone la voluntad, sino el salario que recibe. ¿De verdad creemos que la gente compra tomates podridos-tóxicos de Marruecos o Almería de forma voluntaria? No podría comprarse con más gusto los tomates ecológicos autóctonos, pero con el miserable sueldo que recibe le es imposible. Por eso es imprescindible que más allá de la problemática sobre el consumo, el relato empiece a centrarse en la lucha sobre el salario. Esto no es responsabilidad del individuo a la hora de consumir. Este es un problema que se refiere a una determinada forma (forma capitalista) de organizar la sociedad, la producción y la distribución de la riqueza social.

Es imprescindible que más allá de la problemática sobre el consumo, el relato empiece a centrarse en la lucha sobre el salario. Esto no es responsabilidad del individuo a la hora de consumir. Este es un problema que se refiere a una determinada forma (forma capitalista) de organizar la sociedad, la producción y la distribución de la riqueza social

Por último, no podemos olvidar que en nuestro campo rural el desarrollo del capitalismo es total. Esto nos impone unas tendencias que son propias de la lógica interna del modelo y, por tanto, inevitables. Los que no son cuestión de voluntad o elección, ni de agricultores, ni de consumidores, ni de políticos del momento:

- Tendencia a la concentración de la propiedad.

- Aumento continuo de la escala productiva.

- El predominio de la competencia de mercado y su implantación a escala internacional, junto con la distribución internacional de la fuerza de trabajo.

- Carácter estrictamente capitalista de la composición de clases en las zonas rurales: importancia del proletariado agrario y pertinencia de categorías con sentido premoderno (campesino, campesino...)

Con todo ello, quiero subrayar que si no se rompe la misma lógica del capital se reproducirán una y otra vez los problemas que están en el centro de la cuestión agraria. La lucha, por tanto, debe orientarse hacia las diferencias de todo el modelo social. Empezando, claro está, por los reclamos sectoriales que necesitamos, pero sin olvidar dónde está el fondo del problema.

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