Andoni García: “El Gobierno debe reconocer que los acuerdos de libre comercio son una sustitución del agricultor por grandes empresas”

[Agrodiario]

Andoni Garcia

Andoni García Arriola es miembro de la Ejecutiva de EHNE-Bizkaia, responsable de organización de COAG,  y participa en representación de este sindicato en el Comité de Coordinación Europea de Vía Campesina.

García nos ha hablado de una PAC que nació obsoleta, sin instrumentos de regulación y sin un presupuesto adecuado; la necesidad de que el Gobierno reconozca que los acuerdos de libre comercio son una sustitución del agricultor por grandes empresas; y que los agricultores marroquíes no son los beneficiarios de los acuerdos sino las empresas que se instalan en Marruecos o al rey de Marruecos.

P.- Las tres principales organizaciones profesionales agrarias, entre ellas COAG, han acudido a una nueva reunión con el ministro de Agricultura. ¿Cómo valora los avances en materia de simplificación de la PAC, en concreto, la exención de los controles de condicionalidad en explotaciones hasta 10 hectáreas, la voluntariedad del cuaderno digital o la modificación en rotaciones del cultivo y barbecho?

R.- La valoración global es que, efectivamente, se están produciendo avances, cuando veamos la concreción de ello en un documento podremos afirmar y confirmar cada una de las cuestiones.

Nosotros esperamos a que esté por escrito todo un documento sobre estas concreciones, es ahí donde veremos los detalles máximos que tiene que tener toda esta negociación, que es compleja, porque para hablar de simplificación pues tiene un grado de complejidad importante. Y por eso cuando veamos el detalle en los documentos será cuando podamos ver lo que se ha plasmado de lo que estamos reivindicando.

P.- El 2 de diciembre de 2021 se adoptó oficialmente el acuerdo sobre la reforma de la PAC. Y el 1 de enero de 2023 entró en vigor, ¿tienen ya identificadas las normativas burocráticas que no sirven para cumplir objetivos y que presumiblemente expulsarán a agricultores del campo? ¿Cuáles son?

R.- Estamos hablando en este sentido del Plan Estratégico de la PAC, que se deriva de la nueva política agraria aprobada en la UE. Tiene una adaptación, pero estamos hablando de la política agraria comunitaria y qué sucedió con esta política.

Es muy importante porque cuando estábamos analizando los textos que estaban proponiendo, y esta reforma era importante por los cambios que traía, mostramos mucha preocupación sobre lo que se estaba barajando. Primero porque había un grado de subsidiariedad importante, teníamos dudas sobre el reforzamiento o debilitamiento que podía tener la PAC, esto cuando se estuvo debatiendo en los primeros textos. por la Comisión y el Parlamento.

La PAC no respondía a lo que desde COAG se consideraba que se necesitaba para una nueva política agraria, sobre todo, instrumentos de regulación del mercado y la definición del agricultor profesional, objetivo de las ayudas topes y redistribucion. Estas claves se demandaron para que fueran europeas, una política agraria fuerte, a nivel europeo, siempre pensamos y seguimos pensando que esta PAC es un error mayúsculo que no responde, ni mucho menos, a los objetivos que tiene, ni a los objetivos que luego se han puesto sobre la mesa.

Esta política agraria y los textos que había nacieron en el 2018 y empieza a aplicarse en 2023, son muchos años. En todos esos años, imagina los cambios que había habido.

Los borradores ya prácticamente hechos los tomó la nueva Comisión Europea y el nuevo Parlamento Europeo, decidieron y tomaron una decisión muy equivocada y seguir hacia adelante. Tuvieron la oportunidad de echar atrás esos textos y volver a comenzar, dado que se había propuesto y se había aprobado el Pacto Verde y la estrategia ‘De la Granja la Mesa’.

En una PAC que era obsoleta, que realmente había nacido mucho antes y sin contemplar los objetivos del Pacto Verde porque no estaban aprobados y la estrategia ‘De la Granja a la Mesa’, estuvieron a tiempo de haber retirado esos textos y haber hecho otros que respondieran a todos los objetivos, tanto de la PAC, como los objetivos del Pacto Verde, eso sí, dotando de instrumentos reales cuantificables para responder a un reto tan fuerte como el que se ha puesto.

«La PAC no respondía para nada a los objetivos del Pacto Verde y los de la estrategia ‘De la Granja a la mesa’»
«Las empresas tienen cada vez más capacidad de utilizar ese mercado para provocar internamente bajadas de precios e importaciones de choque, que significan marcar directamente la bajada de precios»
«Se ha querido hablar de medio ambiente desde un sillón donde se plantean de una manera muy concreta actuaciones en cada pedazo de tierra. No están adaptadas las normas al territorio, y no es que no se quiera cumplir, y no es que no haya que buscar los objetivos medioambientales y climáticos, no, no»

Esto es el error mayúsculo que se cometió, era una PAC que, desde COAG y también desde La Vía Campesina Europa se pidió que se volviera a hacer otra PAC, no respondía ni a los objetivos que tenía en aquel momento, y no respondía para nada a los objetivos del Pacto Verde y los de la estrategia ‘De la Granja a la mesa’.

Se veía que con el mismo presupuesto, incluso reducido en valor, había que responder a muchas más exigencias, procesos de cambios que no están sostenidos económicamente. Ese error de partida es lo que sufrimos en este momento. Por eso, aunque estamos ahora ante unas elecciones europeas en dos meses, en muy poco tiempo hay que abordar una nueva reforma de la política agraria, hay que hablar de una reforma intermedia urgente en cuanto tengamos el nuevo Parlamento y la nueva Comisión, porque en este momento se está intentando hacer lo que se puede y nos estamos matando por ver cómo hacer que esta PAC tenga una utilidad mayor en todos sus objetivos, pero al mismo tiempo sin que eso suponga que la múltiple burocracia que se ha creado te lleve por delante.

No se trata de cuestionar las normas, los objetivos, además hay objetivos en la PAC que tienen que ver con los ingresos de los agricultores, tienen que ver con el medio ambiente, también con la producción de alimentos,son objetivos que compartimos.

Como agricultores, es muy claro que enfrente tenemos el cambio climático, que tenemos el reto de la producción de alimentos, que tenemos múltiples retos que estamos de acuerdo con ellos. La dificultad y el problema es que cuando se ha pretendido hacer esto con las normativas que se han puesto lo único que se crea es un nivel de exigencia en papel y de exigencia burocrática que no sirve para cumplir los objetivos.

No se trata de ir contra ellos se trata de que realmente tengamos los instrumentos para cumplirlos, y esta PAC nació sin instrumentos de regulación y sin un presupuesto adecuado para apoyar al propio sector agrario, porque uno de los objetivos es equiparar la rentas de los agricultores a las de la población, y este objetivo no está ni mucho menos.

Esta PAC produce más problemas respecto de los ingresos porque estamos hablando de que no tiene instrumentos de regulación, por lo tanto estamos hablando de que está dentro de un marco de globalización cada vez más amplio. Ayer mismo aprobaron otro acuerdo de libre comercio, que es el de Chile, por lo tanto, esta PAC está adaptada a un al mercado internacional y cada vez más abierto.

Las empresas tienen cada vez más capacidad de utilizar ese mercado para provocar internamente bajadas de precios e importaciones de choque, que significan marcar directamente la bajada de precios, y como dice Miguel Padilla, el secretario general de COAG: “hay momentos cruciales donde están importando algunos productos que te marcan ya el precio de toda la temporada”.

Esto ocurre porque no hay instrumentos de regulación y porque esta PAC está en ese contexto de acuerdos de libre comercio, que cada vez más, la Comisión Europea ha acentuado y el Parlamento Europeo ha acentuado que se realice cada vez más, y sin presupuesto suficiente.

Entonces, cómo se consigue lograr el equipamiento de la rentas del sector agrario respecto de la población y al mismo tiempo, esas exigencias que se plantean en claves de normativas y normativas y normativas, para compensarte. Y, ojo, son normativas que cada vez que nos acercamos a ellas tienen elementos de concreción que hacen imposible que estén adaptadas a cada realidad, a la realidad de toda Europa.

Independientemente, en muchas ocasiones, de donde vives, te están planteando normas que no tienen sentido sobre el territorio, no estamos hablando de cuestionar el medio ambiente, ni mucho menos, estamos directamente hablando de si todo esto sirve para poder cumplirlo. Y la realidad no es que rechacemos el cumplimiento, no, la realidad es que las normas no te permiten cumplir los objetivos.

Este es el drama y es que cada vez que debatimos y cada vez que entramos a las reuniones, salen más y más y más matices, tantos como millones de agricultores hay.

Se ha querido hablar de medio ambiente desde un sillón donde se plantean de una manera muy concreta actuaciones en cada pedazo de tierra. No están adaptadas las normas al territorio y no es que no se quiera cumplir y no es que no haya que buscar los objetivos medioambientales, climáticos, no, no.

Se ha querido ir a una concreción y es un “lavado de cara” por parte de las instituciones, que realmente se sabía desde el principio que no tenía instrumentos para hacerlo.

Si quieren de verdad apostar por un modelo de agricultura social, un modelo de agricultura con agricultores en el campo introduciendo elementos, esa era la apuesta que tenían que hacer y no la han hecho. Y en ese sentido quien más tiene capacidad para cumplir todo esto son grandes empresas que van a tener gestores, veterinarios, fondos de inversión que tendrán todos los instrumentos para agarrar y cumplir.

Pero cuando estamos hablando de personas agricultoras que estamos trabajando la tierra, resulta que sólo en rellenar documentos y documentos acabas teniendo que emplear una porrada de tiempo respecto de tu trabajo. Esto es duro porque a veces parece que se va contra los objetivos que se marcan, no, los objetivos se comparten, pero la normativa que se ha puesto no sirve.

Y luego, tiene otra contradicción total todo esto, si esto tiene unos costes de producción, porque te están exigiendo tener más y más instrumentos para poderlos cumplir, si tienes que tener asesores, veterinarios, resulta que te lo han expuesto en un marco global, en un marco donde la Unión Europea quiere más y más acuerdos de libre comercio,

Y es un choque hipócrita, si se apuesta por el libre comercio, que su base es utilizar producciones de las más baratas del mundo, compradas en cualquier parte del mundo y trasladadas al mercado europeo, es porque de ahí es de donde ganan los grandes agroexportadores; cómo cumples estos objetivos, estas normativas, si lo que te están trayendo a tu mercado está compitiendo con precios que tú no vas a poder responder.

Pero producir barato en cualquier parte del mundo permite una comparativa, y es cómo se afronta traer un producto de un país de origen tiene un nivel de vida que no es comparable con el europeo.

P.- COAG cree que la Ley de Restauración de la Naturaleza "viene a estrangular" al campo, como acaba de declarar su responsable de Producción Agrícola, Andrés Góngora. Teniendo en cuenta que el 40% del territorio español está dentro de Red Natura, ¿podría concretarse cómo va a afectar al sector agrario?

R.- Esta ley necesita un análisis mayor, creo que que hace falta analizarlo con profundidad. Pero hay una premisa, más allá de los detalles de la ley, hay algo que que no compartimos de antemano. Restaurar la naturaleza no es que no haya agricultura y ganadería en ella, esa premisa es inaceptable y ese inicialmente fue el debate. No es aceptable que restaurar la naturaleza sea prescindir de la agricultura y la ganadería, precisamente si hay un modelo de agricultura social, medioambientalmente sostenible, que realmente responda al cuidado de la naturaleza, inmediatamente la restauración es eso. Pero pensar que restaurar la naturaleza es prescindir de la agricultura y la ganadería es un error muy importante.

En todo esto, lo mismo que en el Pacto Verde, no tenían presupuesto, esa es la realidad, y tiraban del presupuesto de la PAC, realmente pensar en cualquier ley que tire de un presupuesto que es absolutamente insuficiente, pues ya de partida es un gran-gran error.

Cómo no vamos a estar de acuerdo en restaurar la naturaleza, pero restaurar la naturaleza se hace también con la agricultura y con la ganadería, no excluyéndolas.

P.- Hablemos de la Ley de la Cadena Alimentaria, cuyo incumplimiento viene denunciando COAG, el último caso es el de los Operadores de Cereales en Castilla y León y las Lonjas Provinciales, que compran a precios muy por debajo de los costes de producción. ¿Cree que la AICA (Agencia de Información y Control Alimentario) debe aplicar sanciones económicas más contundentes a quienes compran o venden por debajo del precio legal? ¿Debe realizar esta agencia más inspecciones de oficio?

R.- Sí, este es el camino, que haya más inspecciones de oficio, también por parte de las CCAA, que tienen competencias en esto, tienen que acentuar los controles de oficio, y también la AICA.

Respecto de las sanciones pensamos que debieran ser más importantes, las reincidencias por parte de los operadores en el incumplimento de la ley, esa acumulación de infracciones tiene que sancionarse de una manera más importante.

P.- ¿A qué se debe que las CCAA adopten un perfil bajo en el control del cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria? ¿Temen a la gran distribución, a las cadenas de supermercados?

R.- Hay que hacer un matiz, las CCAA tienen órganos de control, han tenido que establecerlos para coordinarse con la AICA, otra cuestión es el desconocimiento de eso; que no hayan adaptado la ley; que no haya ventana expresa y visible para las denuncias; que no hayan hecho inspecciones o suficientes inspecciones sobre la ley; no hayan sancionado; que no hayan hecho estudios de cadena de valor más adaptados al territorio.

Y, sí, es verdad que hay comunidades que han hecho más trabajo; hay comunidades que han hecho observatorios de la cadena; y comunidades que han hecho estudios de cadena de valor más adaptados; hay comunidades que dentro de las inspecciones han sancionado; hay comunidades que han inspeccionado, pero no hay sanciones. Bueno, en poco tiempo tendremos actualizada mucha de la información de lo que están haciendo o no las CCAA. Tenemos una radiografía anterior, de 2022, veremos qué ha habido en 2023.

Respecto a los operadores, tienen fuerza, la industria o la distribución tienen mucho poder, no es discutible, eso sin ninguna duda. Lo esperable en esto es que las CCAA desarrollen debidamente y hagan su trabajo y que respondan no solamente a los agricultores, porque la respuesta a cumplir la ley de la cadena es un beneficio también para el propio consumidor.

Ahora mismo se genera un gran interrogante si no se cumple la Ley de la Cadena. Aunque haya avances, y podemos decir que hay avances, y tenemos claro que la relación entre precios y costes ha mejorado de una manera considerable. Hay sectores en que realmente la ley está teniendo una incidencia, pero la cuestión está en que si la ley se cumpliera de una manera generalizada sería en beneficio de todos, también del consumidor, pero también del conjunto de la cadena para que funcionen de una manera adecuada.

El camino corto del beneficio es un camino corto que no lleva a ningún sitio y que los operadores utilicen su poder para imponer, pues es un camino muy corto.

«Si se apuesta por el libre comercio, que su base es utilizar las producciones más baratas del mundo y trasladadas al mercado europeo, es porque ahí es donde ganan los grandes agroexportadores; si eres un agricultor, cómo cumples estos objetivos, estas normativas, si lo que te están trayendo a tu mercado está compitiendo con precios que tú no vas a poder responder»
«Cómo no vamos a estar de acuerdo en restaurar la naturaleza, pero restaurar la naturaleza se hace también con la agricultura y con la ganadería, no excluyéndolas»
«Los acuerdos de libre comercio no están favoreciendo ni esto favorece a los agricultores, al revés, a quien impulsa son a grandes modelos cuyo destino es el agronegocio, es la urbanización del campo, es cómo se transforma un modelo»

P.- El problema de los seguros agrarios, ¿radica en la no adaptación de las líneas de seguros a la situación estructural que suponen las sequías y el cambio climático o a una escasa aportación de las CCAA a su subvención? ¿Cree que las CCAA completarán su aporte a la subvención hasta el 70% que admite la UE y que ahora pide el Ministerio?

R.- El seguro es un gran instrumento, y eso no es discutible. El sector en su conjunto valora esta importancia, realmente son muchos años de de un seguro agrario y realmente de un instrumento importante que en otros países de la UE no h existido.

Pero se tiene que adaptar, y esa no adaptación es la que está generando sus dificultades y sus problemas, una adaptación que tiene que ver con con los cambios que se están produciendo sobre todo con el cambio climático. Y desde COAG se ha planteado desde hace tiempo que era necesaria la revisión del seguro agrario, la adaptación. Y esta se esta es una de las claves importantes, por supuesto que en esa adaptación, y sobre todo cuando estamos viendo impactos muy importantes impactos de cambio climático, las necesidades económicas que tiene el seguro sean más amplias, por supuesto que aquí las CCAA tienen que hacer un esfuerzo mayor que el que estaban realizando.

P.- ¿Cree que la actual política de sanidad animal afronta los retos de las enfermedades tradicionales, como la tuberculosis bovina, y las nuevas enfermedades, como la enfermedad hemorrágica epizoótica, de manera adecuada? ¿Se compensa al ganadero, vía seguro u otras, de la totalidad de las pérdidas que le ocasionen?

Bueno, hay que distinguir, hay enfermedades sanitarias que se llevan muchos años trabajando en ellas y están dependiendo las realidades en cada comunidad autónoma de los reservorios de esas enfermedades. Son preocupantes y más cuando están en la fauna silvestre y se puedan producir contagios derivados que están en la fauna silvestre que está aumentando. En ese sentido hay más riesgos, se necesita una actuación más determinante viendo la realidad de cada territorio, no se puede generalizar en cuanto a la sanidad animal porque es muy distinto, depende de las zonas.

Otra cosa son los problemas, que ya pudimos ver el pasado año, derivados de la EHE, que ya no pertenece a la sanidad animal. Es un tipo de enfermedad que no tiene problemas respecto del ser humano y que se transmite por un mosquito. Esto es nuevo, se está aprendiendo a marchas forzadas porque no era algo conocido pero, aunque ha causado una preocupación grandísima, lo inicial era el aprendizaje de qué pasaba con los animales y como se podía tratar

Supone zozobra, incertidumbre, inseguridad, más trabajo en las en las granjas, los veterinarios aprendiendo también sobre sobre la marcha y preocupación máxima. Vamos a ver este año si los animales a partir de haber tenido ya el contacto con EHE han podido coger resistencias. Se necesita siempre que haya una apuesta económica importante para que los impactos que tienen estas enfermedades realmente se puedan abordar, si no es muy difícil.

P.- El Real Instituto Elcano afirma que si el acuerdo UE-Mercosur llega a buen puerto, la UE tendrá acuerdos con un 94% del PIB de América Latina. ¿Por qué piden ustedes paralizar este acuerdo de libre comercio?

R.- El sector agrario, desde luego, rechaza este acuerdo, desde COAG vamos más allá, rechazamos los acuerdos de libre comercio. Se rechaza este acuerdo ni más ni menos porque las importaciones que se van a favorecer de carne de vacuno, de carne de cerdo, de miel, etc, directamente son importaciones que van a provocar un impacto muy claro en el sector ganadero o en el sector apícola.

Se trata de una sustitución, esto es lo que ocurre cuando se cierra un acuerdo con Mercosur, pero podemos dejar claro que cuando se está cerrando un acuerdo de libre comercio como el que ayer se aprobó en el Parlamento Europeo con Chile, o el acuerdo del Marruecos, o el que se está cerrando con Nueva Zelanda, ni más ni menos es de sustitución de producción agraria en manos de agricultores por otros modelos.

Quien exporta de Mercosur no son agricultores; hay un rechazo al acuerdo de Mercosur con los propios agricultores de los países de Mercosur. Ellos también están viendo que tienen impactos.

Los acuerdos de libre comercio no están favoreciendo ni esto favorece a los agricultores, al revés, a quien impulsa son a grandes modelos cuyo destino es el agronegocio, es la urbanización del campo, es cómo se transforma un modelo.

Entonces, sobre todo porque se está trabajando a un tipo de escala productiva y un tipo de escala agroexportadora a bajo precio, que es imposible que tú puedas producir alimentos especulando con el mercado financiero. Uno produce alimentos y otro produce otra cosa que va a especular con ella y va a hacer un negocio.

Es imposible competir en una economía de escala,que juega el agronegocio, con un agricultor cuyo destino es producir alimentos. Cuando se produce un acuerdo de libre comercio hay una sustitución directa entre esas producciones que van a venir y los agricultores. La pérdida de ganaderos, en este caso, que es lo que denunciamos de una manera continua. Esto es lo que pasa y esto es lo que no se pone encima de la mesa.

A nivel europeo se reconocen estos impactos, la Comisión Europea ya ha dicho que los acuerdos de libre comercio tienen impactos muy claros en los agricultores europeos. Pero lo que queremos también es que el Gobierno español reconozca de una vez por todas que los acuerdos de libre comercio están teniendo impactos internos y que es una sustitución del agricultor por otros modelos.

Estamos hablando de un mercado único europeo, donde España es una gran productora para ese mercado único, pero cuando estamos hablando de productos de un mercado exterior fuera de la Unión Europea; porque en el marco de la Unión Europea también tienes una política agraria o tienes una serie de políticas determinadas, pero en el marco mundial que marca las reglas es un mercado que está dominado por grandes empresas y no regula especula; producir alimentos no es especular con ellos es producir alimentos, y esto es lo que es lo que se debiera de reconocer de una vez por todas, porque es imposible jugar todas las cartas si juegas al mercado internacional y con esos impactos.

Luego habla de todo lo demás, de la producción de alimentos, del medio ambiente, del clima, cómo vas a hablar de todo ello si resulta de que se favorece ese un mercado globalizado.

No son agricultores los que van a acabar exportando en Mercosur, son grandes empresas, que son las que también aquí están ocupando tierra, producción y agua. Es la uberización del campo allí y aquí. Se trata de grandes empresas con unos tamaños dimensionados absolutamente y que no es posible competir con ellas.

La Unión Europea tendrá los intereses que vemos, derechos de grandes empresas de servicios, y está dispuesta a sacrificar a los agricultores por otros objetivos y a transformar el propio modelo agrícola en Europa.

Esta es la otra parte, cada vez más estás incentivando un modelo basado en la urberización del campo, donde ya no se resiste por parte de la agricultor, si no tienes una protección de la tierra esas grandes empresas están entrando en muchas zonas en Europa ocupando tierra, producción y agua, porque especulan con ello porque es un negocio directamente.

No se trata de cuestionar el comercio, el comercio en otras claves. el comercio en otras claves significa que respetes los precios interiores que tiene la que tiene la Unión Europea, los precios de interiores que tienen que relacionarse con los costes, tiene que haber unas reglas distintas de ese comercio para nosotros. Se puede hablar de de reglas en clave de soberanía alimentaria, en clave de respetar las producciones e interiores y los precios interiores y el intercambio y el comercio en un espacio amplio, no lo cuestionamos, no se trata de cuestionar el comercio, pero hoy por hoy lo que tenemos encima de la mesa es favorecer las grandes empresas, la uberización del campo el agronegocio en detrimento de quien produce alimentos, eso es lo que denunciamos, lo que rechazamos.

R.- ¿No creen a día de hoy en la eficacia de las cláusulas espejo para todos los productos agrícolas y ganaderos que entren al territorio de la UE?

R.- Lo pedimos todo, lo pedimos todo porque afrontamos el rechazo a los tratados de libre comercio, como Mercosur; rechazamos el acuerdo que anoche el Parlamento Europeo ha hecho con Chile; rechazamos Nueva Zelanda; rechazamos los acuerdos de libre comercio en las claves que se están produciendo en este momento.

No rechazamos el comercio, pero rechazamos directamente un comercio donde las reglas las están dictando directamente los operadores más fuertes porque esos son los que dictan y los que van a hacer negocio a partir de la especulación eso es lo que rechazamos.

Ahora, las cláusulas espejo, el control en fronteras, sí, claro que sí, cómo no, defendemos que haya cláusulas espejo. Faltaría más tienes que además de que cierren acuerdos de libre comercio, no se exija que las normativas de lo que vengan no cumpla, se trata de que cumplen y que se exijan esas normativas, se trata de que se controlen las cantidades que vienen, se trata de ver en frontera las importaciones de temporada, se trata de controlar que no te me importaciones de choque en unos momentos cruciales, se trata de hacer un observatorio sobre las importaciones. se trata de todo ello.

P.- ¿No cree que si el acuerdo UE-Mercosur fracasa, se incrementará el peso económico de China en menoscabo de la UE, que se alejaría de Hispanoamérica, perdiendo millones de consumidores en potencia?

R.- El mundo de la geopolítica hoy es bastante difícil. Desde la agricultura, pretender producir aquí para el mundo, esto no funciona.

Se necesita producir alimentos, aunque hay que saber que entre un 25 y un 30 por ciento de las producciones que se hacen en el mundo se están desperdiciando; y hay problemas de acceso a los alimentos, hay más de 800 millones de personas que no tienen un acceso a los alimentos y entre ellos hay personas que realmente están teniendo grandes dificultades para poder comer.

El incremento de la población mundial está ahí, ese acceso a los alimentos, y más cuando se está desperdiciando, hay que afrontarlo, pero desde Europa pensar en producir los alimentos que una zona como Mercosur necesitaría, eso es transformar absolutamente el modelo agrícola europeo. No sé si sería posible o no, en todo caso, sería una transformación del modelo, modelos basados en la urbanización, en la industrialización de la agricultura, con todas las consecuencias.

Al final dejaría de haber agricultores para hacer grandes empresas para ocupar un espacio, si el espacio lo tienen que ocupar las grandes empresas, esa no podrán ser la alternativa del agricultor.

La alternativa nuestra, como agricultores, es producir alimentos para las poblaciones que tenemos, estamos hablando del marco europeo, pero una aspiración a que se produzca para el mundo solo se hace a base de pensar que los modelos acaben siendo a un tipo de escala que serán basados en la organización del campo. Por lo tanto, para qué ocupar el Mercosur si eso se haría a costa de los propios agricultores llevados a la uberización del campo.

Hay que saber que cuando destruyes a los agricultores del territorio, los pueblos acaban sin vida, pero en muchos sitios acaban los agricultores siendo migrantes. Si destruyes a los agricultores que están sobre el terreno en Mercosur, el grado de población agraria sobre la población general es muy amplia.

Tenemos contacto con los agricultores a nivel mundial a través de Vía Campesina Internacional, donde hay más de 200 millones de agricultores, de todos los continentes.

Si no se apoya a los agricultores en sus países, que están produciendo alimentos para su población, al final acaba habiendo migración por una parte del campo a las ciudades y de las ciudades a cualquier parte del mundo buscando poder vivir .
Lo que vemos en España, todo lo que es lo que vemos en cuanto al abandono de los pueblos hay que pensar porque se ha dado. Pues por el fracaso de políticas agrarias y del medio rural desde hace muchos, muchos años.

No se han puesto los suficientemente elementos para que se pudiera proteger debidamente la producción de alimentos en los pueblos y la vida en los pueblos, estamos hablando de los agricultores, pero directamente podemos hablar también de los autónomos en el medio rural y esto por mucho que se hable del despoblamiento realmente no se acaba afrontando debidamente; que las rentas del medio rural estén equiparadas y no están equiparadas. Los agricultores en medio rural tiene unas grandes dificultades para conseguir mantener todo un tejido de vida y esto, si la agricultura y la alimentación forma parte de una especulación mundial, directamente estamos hablando de impactos grandísimos, también en ese espacio mundial.

Lo hemos visto, los problemas de los agricultores en Asia, en África o en América, también tiene que ver con los precios, también tiene que ver con que los no acaben recibiendo un precio que les responda, orque en la falta de regulación en muchos casos acaba acaba generando que esos grandes operadores vayan destruyendo el tejido cuya base son los agricultores.

La Unión Europea, cuando hablamos de acuerdos de libre comercio, ya podría explicar por qué, por ejemplo, ahora que está negociando con India quiere que elimine un elemento, que a todas luces veríamos más que importante. La Unión Europea está queriendo que la India elimine su derecho a la seguridad alimentaria, a tener reservas de alimentos propias. Cómo se puede pensar que la India puede puede prescindir de tener reservas de alimentos en un país de más de mil millones de personas; cómo se puede pensar que la India no tenga reservas de alimentos para garantizar a su población ante cualquier crisis alimentaria. Bueno, pues la Unión Europea está queriendo que la India en el acuerdo de libre comercio elimine su derecho a tener reservas alimentarias, que lo expliquen por qué se hace esto, y además, a quién beneficia, a grandes empresas.

P.- Sigamos hablando de libre comercio. El pasado año, el Gobierno español entregó 115 millones de euros en ayudas a los productores de aceite de oliva ecológico marroquíes; en diciembre, el Gobierno informó de un crédito de 250 millones para construir la mayor planta desaladora de agua en el norte de África en Marruecos; y los franceses importan productos del reino alauita, que luego entrarán en el mercado europeo sin cumplir las normativas internas. ¿A qué cree que se debe este aparente trato de favor? ¿Cómo podría remediarse una posible situación de competencia desleal?

R.- Bueno, pues probablemente tendrían que ser ellos los que los que expliquen. Lo que sabemos es que en Marruecos están produciendo empresas españolas, francesas, están produciendo empresas europeas. Esas empresas van a traer esa producción a Europa y la van a traer aquí.

Eso, directamente, son grandes empresas produciendo a unos costes infinitamente más bajos que aquí y que sustituyen al agricultor de aquí. Tendrían que explicar qué es lo que están haciendo.

La realidad es que más allá de los agricultores marroquíes, que no son los beneficiarios de esto ni mucho menos, es muy claro, que lo que se está favoreciendo son a las grandes empresas y a las empresas que se instalan en Marruecos o al rey de Marruecos. Esto está ahí, pero ya lo denunciamos, el acuerdo de libre comercio con Marruecos.

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