"Hasta hace poco los agricultores tiraban de los pozos de allí, pero ya no pueden. En algunas zonas tienen 300 miligramos de nitrato por litro y el máximo permitido es de 50". Es una frase leída en Berria en el reportaje sobre la gestión del agua, y se refiere al pueblo de Caparroso, en el sur de Navarra. Allí tiene la empresa Valle de Odieta su macrogranja de 8.000 cabezas de ganado -presentada en la web del propietario como "biogranja, proyecto sostenible"-. Un modelo de agricultura que, además de contaminar las aguas, consume mucha agua. El 80% del consumo de agua va al cultivo. Matización: «Va al cultivo industrial». Porque la agricultura popular respeta su medio ambiente, organizando el suyo en función de sus limitaciones y posibilidades.

«Los promotores del modelo biotecnológico son los mismos que la agroindustria: transformando la agricultura en agroindustria, ahora tratan de transformarlo en industria alimentaria»

Mientras leía el reportaje de Berria, me venía a la memoria la situación de los agricultores de la zona. Los que, por insensibilidad y lógica especulativa, tratan de contrarrestar el incremento de los costes de producción. Tenemos muchos baserris en grandes dificultades. La multitud de agricultores que nos rodea se encuentra en dificultades hasta el punto de quitarnos el sueño y de ensombrecer la moral. Sin embargo, no son ellos los usuarios de grandes pozos, embalses o regadíos, ni de los principales contaminantes de aguas y tierras.

De ahí, me ha ido la mente a la feria Food 4 Future que se acaba de celebrar en el BEC. Al escaparate de la industria alimentaria sin baserritarras. A los quesos veganos construidos con semillas de melón, a las chuletas creadas por una impresora 3D, al trigo sin gluten producido por inteligencia artificial y al robot con capacidad para detectar y almacenar frutos mejorados. Los promotores del modelo biotecnológico son los mismos promotores de la agroindustria: transformando la agricultura en agroindustria, ahora tratan de transformarlo en industria alimentaria.

«Dicen que tenemos futuro en la producción de alimentos sin baserritarras, sin seres vivos y sin tierra»

Dicen que tenemos futuro en la producción de alimentos sin cultivadores, sin seres vivos y sin tierra. Me sorprendió el seguimiento realizado por los medios de comunicación de Euskal Herria. Me preocupó que las palabras de los organizadores se publicaran por sí mismas, sin ninguna mirada crítica: El Food 4 Future es una solución para combatir el hambre y la pobreza de la población. Uno: es mentira. Segundo: ¿En qué se basa la tecnología necesaria para minerales y metales, si destruye todo lo que hay en la otra punta del mundo? Tres: este modelo supondría el desalojo y la muerte de las zonas rurales. A la hora de hacer el seguimiento de Food 4 Future, el periodista necesitaría tener los pies en la tierra para no presentarlo como una solución distópica.

«Este modelo supondría el desalojo y la muerte de las zonas rurales»