El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur tendrá un gran impacto en la agricultura de la UE: destruirá la producción local de alimentos e impondrá sistemas alimentarios globalizados que especulan con los alimentos e impulsan modelos industriales de agricultura y ganadería en ambas partes del Atlántico.
* Andoni Garcia Arriola es miembro de EHNE Bizkaia
La Comisión europea ha justificado el acuerdo por los intereses geopolíticos. Demuestra con ello que no le importan las consecuencias para los y las baserritarras y la ciudadanía europea. Además, con esta decisión lanza un mensaje muy preocupante y contradictorio: los intereses geopolíticos están por encima de la lucha frente al cambio climático. De hecho, este acuerdo va claramente en contra del acuerdo de Paris sobre el cambio climático y contra el Pacto Verde europeo.
La importación de carne de vacuno, porcino y aviar, la importación de miel, cereales, arroz, azúcar... sin aranceles o con aranceles reducidos y a precios más bajos que los costes de producción en la UE van a provocar una presión para la reducción de precios a las personas agricultoras en la UE. Además, estas importaciones no cumplen con las normativas sanitarias, de bienestar animal y medioambientales europeas.
«Jugar por parte de la UE con con elementos geopolíticos y con monedas de cambio por intereses de las elites económicas, sin haber preguntado a la población, es antidemocrático y genera un descreimiento y distanciamiento con el proyecto europeo»
El rechazo al acuerdo por parte de las personas agricultoras en la UE es unánime. Ya en las movilizaciones que EHNE Bizkaia, la COAG y ECVC realizaron a principios de año estaba entre las principales reivindicaciones. El mismo rechazo ha sido expresado por las organizaciones de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina) en los paises de Mercosur.
¿Qué sentido tiene la importación de carnes procedentes de países situados a miles de kilómetros por parte de un un mercado -el europeo- que tiene excedentes y que a su vez es exportador? Jugar por parte de la UE con con elementos geopolíticos y con monedas de cambio por intereses de las elites económicas, sin haber preguntado a la población, con un oscurantismo extremo en las negociaciones y con la imposición a todo el sector agrario y a países como Francia -cuya posición es unánime-, es antidemocrático y genera un descreimiento y distanciamiento con el proyecto europeo.
Este acuerdo debe ser ratificado por el Parlamento Europeo y por los gobiernos. Observaremos con atención sus decisiones reales y exigiremos que se posicionen en contra del tratado si de verdad están con las personas baserritarras, agricultoras y con toda la ciudadanía.