Un grupo de vecinos de Durango ha iniciado el camino para crear comunidad energética. Jose Mitxelena ofrecerá una charla sobre la experiencia de Errenteria el día 30.

Las comunidades energéticas suelen ser cooperativas sin ánimo de lucro. Se basan en la energía renovable y colaboran en la creación de instalaciones para el autoconsumo. Ahora, un grupo de vecinos de Durango ha iniciado este camino para incidir en la transición energética poniendo sobre la mesa el proyecto de crear una comunidad energética en el municipio. Como punto de partida, han organizado ua charla. El 30 de octubre responderán a la pregunta "¿Por qué y para qué la comunidad energética local en Durango?" en la sala Arrupe del colegio Jesuitak, a las 18:30 horas. En la charla participarán miembros de la cooperativa de comercialización de energía renovable Goiener y de la Comunidad Energética Ekiherri de Errenteria. José Mitxelena, presidente de este último, compartirá con los durangueses las cuestiones relativas a la experiencia desarrollada en su municipio.

Comenzamos la entrevista preguntando por el título del discurso. ¿Por qué y para qué una comunidad energética local?

¿Por qué? Porque esta revolución energética es responsabilidad de todos, y todos debemos participar. Cuando decimos que debemos ser más sostenibles y que necesitamos mejores hábitos desde el punto de vista energético, muchas veces dejamos las responsabilidades sobre los demás. Por ejemplo, sobre las grandes empresas energéticas. Sin embargo, cada uno a su nivel, a su escala, tiene la responsabilidad y la oportunidad de hacer algo. Las comunidades energéticas son una oportunidad para ello. ¿Y para qué? Utilizar mejor la energía, asesorar, difundir hábitos beneficiosos y ahorrar.

En la comunidad energética de Errenteria habéis colocado placas solares. Solo les falta la red de energía. ¿Qué experiencia están teniendo y qué referencias tienen en el resto de municipios?

La comunidad energética de Hernani ya está en marcha. El de Elgeta lleva un tiempo en funcionamiento y luego hay comunidades tipo TEK, por ejemplo, en Lasarte-Oria. Otras muchas experiencias están en una situación como la nuestra. Es decir, a pesar de tener finalizada la infraestructura energética, todavía les falta culminar los trámites administrativos y burocráticos y conectar la infraestructura a la red. Los casos de Errenteria y Oiartzun, por ejemplo, son así. Finalizamos nuestra obra el pasado lunes y contamos con la aprobación de OCA, Organismo de Control Autorizado. Ahora estamos trabajando en la tramitación con la empresa encargada de la distribución de energía para formalizar la distribución de la energía que se va a producir en nuestra infraestructura. Hace seis meses éramos 50 socios. En este momento somos casi 130. Necesitamos otros 20-30 socios para repartir adecuadamente la energía que se va a generar en nuestra infraestructura.

¿Cómo suele ser la mecánica de los miembros de la comunidad? ¿Qué tiene que hacer el socio?

Hay muchos tipos de socios. Puedes ser socio colaborador o socio consumidor, por ejemplo. En el caso de Errenteria, el socio consumidor tiene que aportar en primer lugar 100 euros. A partir de ahí, cada socio aporta en función de la cantidad de energía que necesita en su casa o establecimiento. Una vez cumplida la afiliación, calculamos el consumo de energía que necesita cada uno. El objetivo es que no haya excedentes.

¿Cuáles son los criterios a cumplir a la hora de instalar la infraestructura de autoconsumo?

La distancia máxima a una instalación fotovoltaica que ofrezca autoconsumo compartido desde el consumo de su domicilio debe ser de dos kilómetros. Antes ese límite era de 500 metros, luego lo ampliaron a un kilómetro y poco después, el giro. Normalmente, las comunidades energéticas se forman con paneles solares, en cuyo caso es conveniente utilizar los tejados planos de los edificios y los orientados hacia el sur. Una comunidad energética puede tener más de una instalación, ya que las limitaciones y condiciones de distancia antes mencionadas pueden afectar a la distribución de los socios de un pueblo y una comunidad.

El objetivo de las comunidades energéticas no es sólo conseguir autoconsumo y soberanía energética. ¿También buscan reducir el consumo de energía?

En nuestro caso, en Oarsoaldea, ya existe una oficina de energía gestionada por la agencia de desarrollo comarcal. Realiza labores de asesoramiento en la interpretación y exposición de facturas de proveedores energéticos. Y nuestra intención también es ofrecer un trabajo de asesoría. Porque no todo es "si necesitamos más energía, haremos más instalaciones". Tenemos que explicar a la gente cómo reducir la energía, cómo cambiar los hábitos. Al fin y al cabo, la energía que no se consume es la más limpia y barata. Tenemos que hacer un trabajo de concienciación. Eso suele ser un largo camino, pero no es algo que haya que dejar al margen. Hay muchos modelos de comunidad energética. Algunas son de tipo TEC, promovidas por empresas. Otros, como es nuestro caso, constituidos al amparo de los ayuntamientos y entre los vecinos. Todos los modelos son válidos, no se pueden descartar. Todas las opciones deben analizarse en función de la idoneidad de cada uno.