Las propuestas de EHNE Bizkaia
1.
⇒ Los sistemas alimentarios globalizados están arruinando al sector primario en Euskal Herria. Es hora de que articulemos los mecanismos precisos, y pongamos en marcha la herramientas necesarias que nos permitan iniciar y consolidar el tránsito hacia un nuevo sistema alimentario. Una transición para todas las personas baserritarras, independientemente del modelo de producción en el que estén instaladas, en la que la agricultura y ganadería sostenible, y la agroecología son el modelo y la ciencia sobre los que deben articularse las propuestas políticas y los mecanismos necesarios que nos permitan caminar hacia la Soberanía Alimentaria desde un desarrollo sostenible y una producción alimentaria sana.
⇒ Es imprescindible elaborar un plan estratégico para la siguiente década. Un modelo de desarrollo sostenible sólo es posible si somos capaces de garantizar un apoblación activa en la producción de alimentos. La avanzada edad de la mayoría de las personas del sector agrario es una realidad que debemos aboradar con ambición. La incorporación de nuevas personas a la producción agraria debe ser la máxima prioridad. Un proceso de relevo generacional afectivo puede acelerar los procesos de cambio en el modelo de producción y los sistemas alimentarios, dotando de mayor intensidad al tránsito hacia una producción alimentaria sostenible.
2.
⇒ Es necesario reclamar una moratoria para los acuerdos de tratados de libre comercio. Los sistemas alimentarios globalizados han llegado a su límite, es imprescindible sacar la alimentación de la Organización Mundial del Comercio. No podemos permitir que la alimentación siga siendo moneda de cambio en las negociaciones de libre comercio. Los controles en frontera se hacen imprescindibles pues hoy el comercio es utilizado por grandes empresas para bajar los precios en el interior de la UE y así alimentar sus negocios especulativos.
⇒ No es posible situar y hacer competir a las personas baserritarras frente a estas grandes empresas de la agroexportación cuyos resultados económicos dependen de la especulación y financiarización.
3.
⇒ Cuaderno de campo digital voluntario
4.
⇒ Articular apoyos financieros para aquellas entidades que den cursos de formación y asesoramiento sobre el cuaderno digital a los baserritarras.
5.
⇒ Defender en la UE la reforma de la Directiva Marco sobre prácticas desleales para incluir la exigencia y obligatoriedad de que los precios cubran los costes de producción y se prohíba la venta a pérdidas.
6.
⇒ Inspecciones de oficio a partir de los estudios de cadena de valor y de sus costes referenciales donde se detecte, a través del registro de contratos, precios anormalmente bajos.
7.
⇒ Plan de control del lobo y apoyos económicos para la prevención de ataques y daños.
8.
⇒ Reserva de suelo público. Es imprescindible una acción coordinada entre Ayuntamientos, Diputaciones y Gobierno Vasco.
9.
⇒ Articular programas y sistemas de ayudas específicos para la instalación de jóvenes en la producción agraria apoyando la actividad a tiempo parcial. Compaginar la agricultura y ganadería con otra actividad económica puede ser un elemento clave para consolidar nuevas incorporaciones.
⇒ Incorporar la experiencia de la red de espacios de test agrarios (RETA), para multiplicar iniciativas y promover mayores niveles de incorporación a la actividad agraria.
⇒ La compra pública de alimentos debe jugar un papel fundamental en la incorporación de jóvenes. La alimentación debe convertirse en un eje vertebrador de las políticas públicas. Proponemos que en el plazo de 5 años al menos el 40% de la alimentación ofertada mediante compra pública sea local y de proximidad, priorizando a las nuevas incorporaciones a la parte productiva y producciones a pequeña escala. Y que en el horizonte del año 2030 podamos estar hablando de que esa misma compra pública se sitúe en un 55%.
10.
⇒ La Ley de Agricultura Familiar debe ser una herramienta que posibilite y articule el desarrollo de una planificación estratégica. La explotación familiar (colaboración familiar en la actividad agraria) como tal ha ido desapareciendo, y el modelo de jefe de explotación con trabajadores contratados no esta siendo sostenible. Va a ser imprescindible abordar nuevas formulas de colectivización de la actividad agraria, y en ese contexto sería más eficaz actualizar la Ley de Política Agraria y Alimentaria.
