En estos momentos, el 5% de las tierras agrícolas de Euskadi está certificado en ecológico, muy lejos de cumplir el objetivo del Pacto Verde Europeo “De la Granja a la Mesa” de que en 2030 el 25% de las tierras sean gestionadas en el modelo ecológico.

En 2023 se certificaron 1.668 nuevas hectáreas gestionadas en modelo productivo ecológico en Euskadi. Por lo tanto, el total de hectáreas aseguradas en ecológico es de 10.772. En cuanto a la superficie, es en Bizkaia donde se produce el mayor incremento, con un incremento del 29%, debido a la inscripción de actividades ganaderas. En el resto de territorios el número de hectáreas ha crecido de forma más moderada: 20% en Gipuzkoa y un 13% en Álava. Hay que tener en cuenta, no obstante, que más de la mitad de la superficie certificada en ecológico se encuentra en Álava (55%), seguida de Gipuzkoa (24,5%) y Bizkaia (%20,5).

En cuanto al número de empresas operadoras, el censo del Consejo registró un incremento del 3% en 2023 (un total de 51 profesionales se inscribieron en la agricultura ecológica). Cabe destacar que el 80% de las inscripciones producían de forma convencional y han decidido dar el paso hacia el modelo ecológico. Por otro lado, el 35% de las nuevas altas son titulares jóvenes (menores de 45 años) y el 80% de ellas ha tomado la decisión de producir exclusivamente en ecológico.

Por territorios, el mayor crecimiento se produce en Álava (7%). Sin embargo, Gipuzkoa sigue siendo la provincia con más profesionales. Bizkaia, en cambio, sufre un descenso del 2% respecto a 2023.

Objetivo De la Granja a la Mesa

A pesar de que la agricultura ecológica sigue una senda ascendente, en estos momentos el 5% de las tierras agrícolas de Euskadi están certificadas en ecológico. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para cumplir el objetivo de la estrategia “De la Granja a la Mesa” del Pacto Verde Europeo.

Para abordar este reto es importante, por un lado, apoyar la producción agrícola ecológica adaptada a las características productivas locales, impulsando la agroecología. Y por otro, reforzar las formas de comercialización más dignas para los productores y facilitar su uso por parte de los consumidores.

Por último, una gran parte de la sociedad tiene una alta concienciación sobre ecología, medio ambiente, salud, vida y una buena alimentación, pero hay que hacer un llamamiento a la acción, el reto es encontrar y comprar alimentos ecológicos locales.