La evolución del sector agrario en las últimas décadas nos ha llevado a una industrialización de la producción, pérdida de la biodiversidad y de variedades autóctonas y a una dependencia de los mercados globales, conduciendo todo ello a un abandono de la actividad y a una falta de relevo en el campo.
Ante esta realidad, hace ya muchos años que desde EHNE-Bizkaia se toma la decisión de apostar claramente por ayudar en los procesos de instalación de jóvenes en modelos de producción agroecológicos, modelos más sostenibles y socialmente justos, buscando la diversificación y ligados a la tierra.
Para ello, desarrollamos cuatro ejes de trabajo, siempre con una visión integral y mediante un proceso colectivo.
1. Acompañamiento mediante la formación y el aprendizaje
Debido al trabajo de sensibilización y de concienciación que unas pocas organizaciones estamos llevando a cabo en torno a la agroecología y la soberanía alimentaria, cada vez son más las personas que valoran la posibilidad de desarrollar un proyecto de autoempleo en el medio rural.
Además, empujados por la crisis y el desempleo, cada vez son más las personas que se acercan con la idea de hacer algo en los terrenos que tiene su familia, tanto para autoconsumo como para poner en marcha un proceso de autoempleo.
La mayoría de estas personas vienen de entornos urbanos, y aunque en general tienen claro que quieren desarrollar un proyecto agroecológico, no cuentan con la formación ni los conocimientos necesarios para poder llevar a cabo, con un mínimo de viabilidad, este proceso.
Por eso, desde Ehne-Bizkaia desarrollamos un proceso de acompañamiento a las personas que quieran iniciar una actividad en el sector agrario, que incluye un plan integral de formación y aprendizaje, consistente en talleres especializados, cursos específicos, visitas, intercambios, etc.
Dentro de este asesoramiento personalizado, planteamos incluso la posibilidad de hacer prácticas, ya que contamos con el compromiso de muchos y muchas baserritarras que realizan una labor de promoción en sus comarcas o municipios, transmitiendo a las nuevas generaciones todos sus conocimientos campesinos.
2. Instalación progresiva
Muchas personas jóvenes han iniciado su actividad haciendo grandes inversiones, impulsadas por el modelo intensivo o con el objetivo de cumplir las condiciones impuestas para percibir las ayudas a la primera instalación, viéndose después con dificultades para su amortización y mantener su continuidad en el sector.
Nuestra apuesta pasa por una instalación progresiva, ya que es la más segura, la más lógica y la que menos riesgos conlleva, haciendo únicamente las inversiones necesarias, de forma que vayamos creciendo conforme ganamos en seguridad y conocimientos, y vayamos creando nuestros canales de comercialización.
3. Circuitos próximos de comercialización
Cada vez es más evidente que la recuperación de los circuitos de proximidad en la comercialización son los únicos que nos pueden ayudar en estos procesos.
La apuesta por revitalizar los mercados municipales y las ferias con productos locales y de temporada, la recuperación de la gestión de los comedores escolares desde lo local y su importancia como espacio educativo, o el desarrollo de los grupos y cooperativas de consumo, basados en la responsabilidad compartida entre personas baserritarras y consumidoras, son imprescindibles para el desarrollo del medio rural y las nuevas instalaciones.
Estos circuitos han de ser próximos en lo físico pero igualmente en lo humano, y han de servirnos para recuperar las relaciones entre las personas, así como la capacidad de decisión como baserritarras y como ciudadan@s en lo que a la alimentación se refiere.
4. Proyecto colectivo, alianzas y cambio de valores
No basta únicamente con cambiar el modo de producción o comercialización. Hemos de incorporar nuevos valores en todo el proceso de nuestros alimentos, ya que únicamente de esta forma podremos crear una alternativa que sea real y transformadora al sistema y equitativa entre mujeres y hombres.
Las alianzas con otras organizaciones y colectivos y el trabajo en red están dando sus frutos, generando empleo, por lo que cada vez tenemos más instalaciones de jóvenes en el sector agrario.
5. Otras líneas de trabajo complementarias
Asimismo, estamos trabajando otras líneas de trabajo complementarias y necesarias para el desarrollo de estos procesos, como el desarrollo de las finanzas éticas o la creación de pequeñas cooperativas de transformación y comercialización, cooperativas mixtas entre personas productoras y consumidoras, el trabajo con los comedores escolares, la sensibilización en las escuelas, etc…
Si queréis formar parte de este proyecto y ayudar a cambiar los valores -individualismo por procesos colectivos, competencia por solidaridad, monocultivo por biodiversidad, consumismo pasivo por responsabilidad compartida, clientes por ciudadanía comprometida...-, contacta con nosotros (más abajo tienes el formulario de contacto).