EHNE Bizkaia ha calificado de "decepcionante" que la Diputación Foral de Bizkaia siga midiendo sus políticas de incorporación de nuevas personas al sector agrario exclusivamente "en claves presupuestarias".
En la última década, las incorporaciones anuales no llegan a las 25 personas -ha informado el sindicato-, cifra "absolutamente insuficiente para garantizar un relevo efectivo teniendo en cuenta la avanzada edad del sector agrario (en la presente década más del 65% de las personas en activo se van a jubilar)".
EHNE Bizkaia responde así a las ayudas que el consejo de gobierno de la Diputación vizcaína aprobó ayer, 26 de octubre, dirigidas a la incorporación de personas jóvenes al sector primario. Estas ayudas tienen un presupuesto de 711.000 euros y están dirigidas a personas de entre 18 y 41 años.
En opinión del sindicato agrario, el objetivo prioritario de esta década debería ser "la instalación de nuevas personas en la actividad agraria", lo que requiere "otorgar una centralidad absoluta a las políticas agrarias de la Diputación Foral de Bizkaia", también, pero no sólo, en lo presupuestario.
EHNE Bizkaia reclama "una planificación más ambiciosa respecto a la incorporación de nuevas personas a la actividad agraria, y espera que el nuevo equipo de la Diputación Foral de Bizkaia articule los foros de participación necesarios para articular un plan de estas características".
"Puestos a cuantificar -ha concluido-, estaríamos hablando de incorporar como mínimo 50 personas al año e ir aumentando esa cifra de incorporaciones un 25% cada dos años; queda claro que el actual ritmo de incorporaciones es absolutamente insuficiente".
Según los datos proporcionados por el ente foral, en los últimos diez años las ayudas concedidas por la Diputación Foral de Bizkaia con la colaboración del FEADER han apoyado la incorporación al sector de 232 personas jóvenes en diferentes subsectores de actividad, lo que significa una media de 23,2 personas por año, muy lejos del objetivo establecido por EHNE Bizkaia de 50 personas al año los primeros dos años y 62 los dos siguientes para garantizar el relevo generacional.